Manifestaciones, deseos, sueños, atracción, velas, intenciones, todo es necesario para tener en nuestras vidas todo aquello que nuestra alma anhela.
Todo eso es perfecto para cerrar este gran ciclo. Hace 2 días, una de mis amigas mas cercanas, me preguntó "Ya pensaste en tu ultimo post de fin de año?" Lo primero que vino a mi mente fue la palabra "Gratitud". Hay tanto que agradecer a Dios, al Universo, a la vida y a mi misma, que siento es el momento mas indicado para ver cuanto hemos avanzado, cuanta gratitud debe existir en nuestro ser por cada uno de los aprendizajes en este ciclo que en pocas horas termina.
Un año de gratitud y abundancia.
La gratitud trae abundancia en nuestras vidas, entendiendo la abundancia como todo aquello que nos produce bienestar y crecimiento tanto material como espiritual, todo lo que nos hace sentir plenos, libres y en equilibrio con el dar y el recibir.
Creo firmemente que es el momento de agradecer a un nivel más profundo de consciencia que permita cultivar pensamientos y sentimientos de amor y gratitud hacia todas las cosas que suceden en nuestras vidas, desde una mente neutral, sin juicios, culpa o miedo.
Gratitud no solo por los bienes materiales, sino también por el solo hecho de respirar y poder observar una puesta de sol, gratitud por poder ser observadores activos y reflexivos de nuestra realidad, sin importar cual sea, en que momento o etapa nos encontremos. Gratitud por los duelos, lagrimas, por los que llegan o por los que ya no están. Porque todas las personas y situaciones dejaron una huella imborrable, un aprendizaje que marcó quien eres y que debes descubrir en ti. Un aprendizaje hacia la auto realización, y transformación de tu ser.
Hoy agradezco por cada etapa, por cada maestro y cada alumno en mi camino, por cada palabra de gratitud, y cada malentendido, por la vida, aun inclusive por la muerte. Este año, logré entender y agradecer por la muerte de mi padre, sin este suceso que marcó mi vida, yo no sería quien hoy soy. Este año dejé de preguntarme el "porqué" y me enfoqué en el "para que" y pude agradecer. La gratitud te permite liberarte de patrones de duelo, y te permite ver la vida con otros ojos. Te conviertes en el observador. Se trata de apropiarte diariamente del momento presente, con las situaciones que se estén presentando, desde un lugar en el que la práctica de la gratitud permita transformar la situación en comprensión y el miedo en amor.
Agradece, todo el tiempo agradece. Porque aquello que hoy ves difícil, se transformará en amor y abundancia para ti.
Evita quejarte. La queja, el "antónimo" de la gratitud desgasta y genera escasez, y es a partir de los pensamientos de escasez que se limita la mente e inconscientemente anula nuestro potencial creativo y abundante.
Decide todos los días, agradecer. Recuerda que el Universo es infinito e infinitas son las posibilidades de expansión que tenemos todos los seres humanos, hay que conectarnos con la claridad de nuestra alma y, a partir de ahí, Dios y el Universo responde con abundancia y amor a tus peticiones. Por eso, hoy, agradezco por todo lo vivido, lo soñado, lo materializado, porque todo, absolutamente todo, era necesario, para amarme, y transfórmame, en abundancia. Feliz nuevo ciclo alrededor del sol!